Los ataques cibernéticos son cada vez más habituales. No sólo se dan en grandes empresas, sino también, y con mucha frecuencia, en Pymes y autónomos. Ten en cuenta que suelen ser más vulnerables, ya que no son tan conscientes del riesgo de ser hackeados y por tanto tienen menos medidas de ciberseguridad implementadas.
¿Te imaginas llegar a tu empresa y tener bloqueados tus equipos informáticos y que exijan pagar un rescate para recuperarlos?
Piensa en un descuido de un trabajador; abre un correo electrónico, aparentemente fiable, y sin embargo, se trata de un supuesto de suplantación de identidad (phishing); a través de un virus, te roban datos sensibles como claves, datos bancarios, contraseñas, número de tarjetas.
¿Sabes que puedes tener un ciberataque desde tu propia empresa causado por un trabajador con acceso a datos sensibles?
Si a consecuencia de un hackeo roban los datos de tus clientes, trabajadores o proveedores, tendrás que hacer frente a indemnizaciones por reclamaciones relacionadas con protección de datos.
Por otra parte, la imagen y reputación de empresa pueden verse afectadas
Además, considera las pérdidas por paralización de tu negocio y el gran coste de recuperación de datos y puesta en marcha de los equipos informáticos.